A través de un pequeño orificio de trépano (18mm de diámetro), llevamos a cabo procedimientos diagnósticos y terapéuticos dentro del sistema ventricular, cavidades cerebrales en que circula en líquido cefaloraquídeo.

En ocasiones el objetivo es tratar problemas de circulación del líquido cefaloraquídeo (Estenosis de acueducto, obstrucciones tumorales o malformativas…) mediante procedimientos de tipo “Bypass” como la ventriculostomía endoscópica o la acueductoplastia. En otras ocasiones se realizan procedimientos de resección endoscópica tumoral o toma de biopsias endoscópicas en procesos neoformativos o lesiones de otra naturaleza.

En la actualidad existen dos tipos de endoscopios, los rígidos y los flexibles. Los primeros se caracterizan por disponer de sistemas ópticos de mejor calidad a la vez que el instrumental utilizado en este tipo de endoscopio nos permite mayor manipulación, al disponer de mayor número de canales de trabajo. En cambio los flexibles nos permiten una mayor movilidad en el interior de las cavidades ventriculares aunque con un menor margen de manipulación

La principal ventaja de esta técnica es que permite llegar al punto de interés diagnóstico/terapéutico con una mínima manipulación del tejido cerebral.