El uso del endoscopio permite una mínima invasividad para el tratamiento de la hernia discal, la estenosis de canal y la discopatía crónica. A través de una incisión mínima (12-14mm) se introduce una cánula de trabajo guiada por TAC/escopia y sistemas de neuronavegación hasta la zona de interés terapéutico. Entre las ventajas del sistema endoscópico para el tratamiento de la hernia discal, se encuentra el evitar el canal raquídeo, lo que previene la aparición de fibrosis postquirúrgicas. Al existir una menor lesión sobre los tejidos, principalmente a nivel muscular, el postoperatorio es menos doloroso y la recuperación postquirúrgica más precoz.